CONDUCIR CON CHANCLAS Y SIN CAMISETA ES PELIGROSO (Y TE PUEDE COSTAR UNA MULTA)

El verano ya está aquí. Llegan los días de playa o piscina, la ropa fresquita y el calzado cómodo. Es bastante habitual que muchos conductores realicen sus desplazamientos con ropa de baño, sin camiseta, con chanclas o incluso descalzos. Debemos saber que estas conductas pueden ser sancionables y, lo más importante, son muy peligrosas, ya que imposibilitan controlar completa y correctamente el coche ante una situación de emergencia.

 

CONDUCIR CON CHANCLAS es algo que a todos nos resulta muy cómodo, pero jamás deberíamos hacer. Más allá del temor a una sanción, el aspecto más importante es el de la seguridad. De nuestro calzado puede depender el tiempo que tardemos en pisar el freno, y la distancia que tardaremos en detener nuestro coche desde que detectemos un peligro. Las chanclas limitan nuestros movimientos, y su falta de sujeción pueden propiciar que en una situación de emergencia se suelte de nuestro pie y nos impida accionar los pedales con rapidez y seguridad.

 

CONDUCIR SIN CAMISETA también entraña más riesgo del que podríamos pensar. En primer lugar, porque conducir con el pecho al aire no es cómodo. El roce del cinturón de seguridad sobre la piel es muy molesto, así como el contacto directo de nuestra piel con los asientos. A eso hay que sumar que en caso de sufrir un accidente nuestra piel puede sufrir daños (y de bastante importancia) por rozaduras derivadas del cinturón o la actuación de un airbag.

 

Aunque la ley vigente no califica directamente estas conductas como infracción, pueden motivar una sanción al interpretar que se están vulnerando los siguientes artículos del Código de la Circulación: Art. 17.1 (“Los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos…”) y Art. 18.1 (“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos).

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